Jedimar es una sigla, una marca, pero sobre todo un vocablo que encierra las primeras sílabas del nombre y apellidos de un hombre visionario, que con gran responsabilidad social, proyectó sus cualidades más allá de su generación. “Jesús Diez Martínez”, fundador de Tur Bus, fue el hombre que en cada detalle de la vida descubrió lo positivo, lo que había que hacer, la belleza, la mano de Dios. Ejerció el oficio de relojero, aventuró en la fabricación de carrocerías de micros (buses) y trabajó con pasión en la reparación de motores. Fue un constructor de ideas. En 1967, por primera vez, compró un auto de colección: un Ford T del año 1927. Ese mismo año funda con un grupo de amigos el Club de Automóviles Antiguos de Chile.

Fue generoso al compartir este hobby inicial, organizando eventos, como lo fue el primer rally de automóviles antiguos a la ciudad de Rancagua en 1980 organizado por Tur Bus, y que terminó con una masiva exposición en la plaza de esa ciudad.

Tan importante como lo anterior fue el saber transmitir a las futuras generaciones este interés por proteger el patrimonio automotriz del país, representado por estos vehículos como una muestra de desarrollo cultural. Y lo hizo con sutileza: participando el mismo junto a toda su familia en los distintos rallys, tours, exposiciones, patrocinando eventos, enseñando el funcionamiento de los sistemas de combustión, eléctricos o mecánicos, admirando la belleza de sus diseños y cuidando cada uno de los autos que poco a poco fue adquiriendo y restaurando.

Hoy la colección Jedimar es quizás una de las colecciones privadas de vehículos antiguos y clásicos más variada de Sudamérica. Su hijo Jesús Diez González ha sido el depositario y continuador de ella, y como un aporte al Bicentenario del país, con el apoyo de la Empresa Tur Bus, ha decidido mostrar a la comunidad lo más representativo de esta colección en las instalaciones de la antigua usina de azúcar de la “Societe Francaise du Sucreríes au Chili”, construida a principios del siglo XX y restaurada en 2009.